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¿Qué es la astenia primaveral y cómo combatir sus síntomas?

Llega la primavera y… “la sangre altera”. :) Presta atención a tu cuerpo y a tu mente, porque muchas personas notan alteraciones en su estado emocional y físico con el cambio de estación. ¿Te ocurre a ti también? Posiblemente estés notando síntomas de astenia primaveral.

No hay que alarmarse porque esto es un estado transitorio. Quizás notas que te falta energía, que te mueves con más dificultad, que la cabeza te pesa y que te concentras peor. En definitiva, tu estado de ánimo decae… 

Y no entiendes muy bien por qué.

Eso que te sucede tiene una explicación y un nombre. Y, además, existen formas naturales de mejorar los síntomas. Depende de ti.

Por eso, hoy vamos a hablarte de la astenia primaveral, de cómo identificarla y cómo hacerle frente.

Pero antes de empezar queremos recomendarte dos artículos que seguro te ayudarán a trabajar estos síntomas:

  1. Descúbrete a ti mismo.
  2. Crecimiento personal: aprende a ser la mejor versión de ti mismo.

Qué es la astenia primaveral: estos son los principales síntomas


La astenia primaveral es un estado de cansancio generalizado que afecta tanto al cuerpo como a la mente. Los síntomas más comunes son: debilidad, fatiga, falta de concentración, cambios en los patrones de sueño, alteraciones en el apetito…

Se trata de un conjunto de sensaciones que hacen que nos sintamos más decaídos de lo normal.

En la mayoría de los casos, cuando la astenia se relaciona con este cambio de ciclo anual no existe motivo de preocupación. Son manifestaciones leves que van desapareciendo según pasan las semanas. Recuerda, es transitorio.

Si no fuese así, conviene estar alerta. La astenia mantenida en el tiempo y cuya intensidad no remite, puede tener causas orgánicas que sería conveniente consultar con un especialista. 

Pero no hay que alarmarse sin necesidad. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, se trata de una astenia estacional que podemos manejar de manera sencilla. 

Lo importante es conocer los síntomas y unos cuantos consejos prácticos, para que durante esas semanas tu calidad de vida no se vea muy alterada y puedas disfrutar de la nueva estación lo máximo posible. El sol vuelve y es una fuente de energía natural para las personas. 

 

 

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¿Cómo combatir la astenia primaveral? Te damos estas 5 claves


Es posible aliviar los efectos de la astenia primaveral de forma sencilla, simplemente tomando nota de algunos consejos básicos.

Muchos de ellos son conocidos y te van a parecer muy lógicos. Lo importante es llevarlos a la práctica con la consciencia de estar actuando en el momento presente, manejando las herramientas que están en tu mano y activando tu potencial para mejorar y alcanzar tu propio bienestar.

¿Tomas nota?

1. Préstate atención

Es lo primero y más importante, porque de esa manera podrás ser consciente de qué cambios se están produciendo, cuáles son tus sensaciones o cómo está afectando este período a tu salud emocional.

Si no estás familiarizado con la autoobservación, quizá te resulte más complicado identificar qué te está ocurriendo y valorarlo de la manera correcta. Por ejemplo, muchas personas que sufren astenia primaveral dicen que “están de bajón” o que de pronto tienen “el ánimo por los suelos”.

En cambio, quienes están acostumbrados a observarse, porque han interiorizado la importancia de desarrollar la autoconciencia, son capaces de matizar más. Perciben cambios más sutiles y son capaces de verbalizarlos: describen con mucha más precisión cómo se sienten. 

Identificar los síntomas es el primer paso para comenzar a gestionarlos.

2. Prioriza el descanso

Para recuperarse de esa sensación de cansancio es importante dormir un número suficiente de horas. Y, además, tener un sueño de calidad.

Puede que esto no resulte fácil. Muchas personas se encuentran con que, a pesar de sentirse cansadas durante todo el día, cuando llega la hora de irse a la cama no logran conciliar el sueño. Y cuando por fin lo logran, no es tan reparador como esperaban.

Precisamente uno de los síntomas que la astenia primaveral puede provocar es la alteración del patrón de sueño.

Si esto ocurre, trata de mantener tu rutina de sueño igualmente. Y, además:

  • controla el uso de dispositivos móviles
  • no duermas siestas largas
  • modera el café y no tomes alcohol antes de dormir
  • prepara cenas ligeras 

Y, sobre todo, que no cunda el pánico. La ansiedad por dormir es el pez que se muerde la cola: cuando no duermes aparece el nerviosismo, y los propios nervios no te dejan dormir… 

Si no hay ninguna patología, pasará a medida que todo tu organismo se vaya reequilibrando.

3. Haz ejercicio moderado

Aunque no sea lo que te está pidiendo el cuerpo, es muy recomendable tratar de activarse y dedicar un tiempo al día a algún tipo de actividad física.

No hacen falta grandes esfuerzos, basta con algo de ejercicio moderado como salir a dar un paseo y caminar durante, al menos, media hora.

Solo con eso, notarás que:

  • descansas mejor por las noches
  • manejas mejor el estrés
  • mejoras tu estado de ánimo

Todos sabemos que, al hacer ejercicio, se liberan hormonas importantes, como la serotonina, la dopamina o las endorfinas, fundamentales para el bienestar físico y mental.

Por ello, con un ejercicio moderado no sentirás más cansancio, sino todo lo contrario.

4. Hidrátate y come bien

El cambio de ciclo marca también un cambio de tendencia en la alimentación. Durante el invierno solemos preparar comidas más calóricas, que pueden resultar un poco pesadas a medida que la temperatura se va haciendo más agradable y necesitamos menos “combustible” para el funcionamiento diario.

Por eso, es momento de pasar progresivamente a una dieta más ligera y dar prioridad a los alimentos de temporada, aumentando el consumo de frutas, verduras y ensaladas. Lo importante es que tu nutrición sea buena.

Y eso, sumado a los consejos para una alimentación sana que son válidos para todo el año, por ejemplo:

  • mantener un consumo moderado de cafeína
  • reducir o eliminar el alcohol
  • controlar las grasas y aumentar la fibra
  • evitar los alimentos ultra procesados
  • dejar el azúcar para ocasiones excepcionales

Otro punto importante es ingerir una cantidad adecuada de líquidos para mantener el cuerpo hidratado. 

¿Y cuánto es “una cantidad adecuada”? Aunque se suele generalizar y decir que hay que beber dos litros de agua diarios, la realidad es que depende de muchos factores, empezando por el peso corporal o la cantidad de masa muscular.

Además, no solo se trata de beber agua. Aumentar el consumo de frutas, prepararse una infusión entre horas o incluir caldos ligeros en las comidas, es otra forma de aumentar la hidratación de manera natural.

5. Busca actividades que te motiven

Los tiempos de ocio son importantes, porque nos mantienen motivados y aumentan nuestra percepción del bienestar.

Por tanto, trata de mantener un nivel razonable de actividad, preferiblemente orientado a aquellas que te resultan más placenteras: es el momento de prestar atención a tus hobbies o, incluso, tratar de encontrar nuevas actividades que supongan una inyección de motivación.

Una clave extra: acepta tu estado de astenia primaveral


No pasa nada por encontrarse un poco peor de lo habitual, siempre que sea un estado puntual. Cuando sabes lo que ocurre, y que esta sensación se explica con la alteración hormonal y química del cambio de ciclo que estás viviendo, puedes quitarle hierro y sobrellevarla mucho mejor. 

Lo más probable es que tu astenia primaveral vaya remitiendo poco a poco y, cuando te des cuenta, hayas recuperado tu vitalidad habitual. Pero con algo extra: tendrás la satisfacción de haber sabido gestionar ese estado y tu autoestima se verá reforzada. 

Cuando aceptas lo que te ocurre, puedes elegir otro estado anímico: la motivación. Recuerda que tú mismo eres tu fuente de bienestar, incluso con síntomas claros de astenia primaveral.