5 actividades al aire libre que rebajan tu estrés diario
¿Cuántas horas a la semana pasas entre cuatro paredes? ¿No crees que tu mente se merece un respiro? Para bajar los niveles de estrés, no hay nada como salir al exterior y expandir el cuerpo y la mente. Aprovechando la cercanía del Día de los Parques Naturales (24 de mayo) Hoy queremos proponerte 5 actividades al aire libre muy diferentes entre sí.
Unas puedes ponerlas en práctica hoy mismo y otras requieren algo más de planificación, pero todas ellas te ayudarán a mantener el equilibrio que necesitas para el día a día.
¿Quieres empezar a aprovechar los beneficios de las actividades outdoor?
Sigue leyendo y elige la que más te apetezca.
Actividades al aire libre: estas son sus ventajas
No es lo mismo caminar sobre la cinta de un gimnasio que salir a dar un paseo al monte. Tampoco es lo mismo pedalear en el salón de tu casa o hacerte unos kilómetros en bici al lado del río.
¿Por qué?
Pues porque a los beneficios propios de cada actividad tenemos que sumarle los de salir al aire libre. Estar en contacto con la naturaleza y los elementos,
- te ayuda a desconectar de los problemas cotidianos
- favorece la concentración
- rebaja la ansiedad
- promueve la socialización
- aumenta los niveles de vitamina D
- relaja los ojos y mejora la capacidad visual
¿Seguimos enumerando ventajas? Creemos que no hace falta. Como ves, hay muchas razones para programar salidas al aire libre. Si puedes a diario, mejor. Y si no, resérvate algún fin de semana para ir a visitar distintos paisajes.
Puedes aprovechar que en el mes de mayo, el día 24, se celebra el Día Europeo de los Parque Naturales. Una posibilidad estupenda para salir a conectar con la naturaleza y, a la vez, acercarte más a tu yo interior.
Toma nota de estas 5 actividades al aire libre que te ayudarán a recuperar el equilibrio.
Si estás notando que el estrés diario comienza a ser un problema, aquí tienes algo que te puede servir para manejarlo mejor: tan sencillo como reservar tiempo para salir al aire libre. Te proponemos distintas opciones.
Por cierto, si quieres profundizar más en qué es el estrés y cómo prevenirlo, aquí te lo explicamos con más detalle.
1. Caminar, lo más sencillo del mundo
Si estás en un entorno urbano, trata de coger el coche lo mínimo posible. Utilízalo solo para cuestiones en las que sea imprescindible. Para todo lo demás, tus pies son el mejor vehículo.
Caminar es un ejercicio sencillo, que no necesita equipamiento especial ni que estás todo el tiempo manteniendo la concentración, por eso puedes dejar que tu mente desconecte un rato y se recupere de la presión diaria y del cansancio.
Un paseo diario, aunque sea media hora, puede marcar la diferencia en tu día a día.
Y si tienes la suerte de tener la naturaleza cerca, aún mejor.
Verás que un paseo diario enseguida se convierte en parte de tu rutina, un “oasis” mental, un tiempo propio que te sacude el estrés y te ayuda a mantener el equilibrio mental necesario en tu vida.
Caminar a diario es cuestión de hábito, créenos. Si no tienes la costumbre, puede que el primer día, un kilómetro te parezca un mundo. En una semana ni te lo piensas. Al menos ¡pruébalo!
2. Sal y llévate un libro
Es otra actividad que no requiere mucha preparación. No necesitas más que reservar un poco de tiempo libre, seleccionar la lectura y salir a que te dé el aire.
¿Que puedes irte a la playa, a un bosque, a la cima de un acantilado? Tanto mejor. Pero si no puedes, basta con que vayas a un parque o cualquier zona arbolada cerca de tu casa.
La lectura en espacios exteriores es muy gratificante. Al principio puede que te distraigas un poco más con los ruidos o la gente que pasea a tu alrededor, pero verás cómo pronto desconectas y te sumerges en la historia que hayas elegido.
Tu mente agradecerá ese rato de relajación al aire libre.
3. Relájate practicando yoga
Otra posibilidad es hacer ejercicio al aire libre. Para que nuestra recomendación sea lo más amplia posible, vamos a sugerirte ejercicios de bajo impacto que puede hacer casi todo el mundo, salvo contraindicaciones.
El yoga, por ejemplo, es una buena opción. Hay muchos estilos, más y menos exigentes físicamente. Como hoy lo que queremos es darte sugerencias para rebajar el estrés, pensamos que podrías empezar con el Hatha Yoga, que es una variedad suave con la que puedes ir aprendiendo a sentir cada parte del cuerpo.
Simplemente con eso, la concentración aumenta, la mente se relaja y los niveles de ansiedad disminuyen. Además, sirve para ayudarte a desarrollar tu autoconciencia.
Prueba a practicarlo en la playa, en un parque o incluso en el balcón de tu casa. Verás cómo tu mente lo agradece.
4. Descubre las aves
A muchas personas les encanta observar pájaros. Tanto, que existe lo que se llama turismo ornitológico, viajes a lugares en las que se pueden avistar distintos tipos de aves y que tienen mucha demanda entre los aficionados.
Solo necesitas buen calzado, unos prismáticos y una guía de aves. Además, es una actividad que combina varias:
- Las caminatas: hay que adentrarse en parajes naturales si se quiere ver a las aves en su hábitat.
- La observación: el hecho de que tengas que ir en silencio y concentración, ejerce un efecto calmante en la mente.
- La fotografía: si eres una persona creativa, prueba a ir con la cámara en la mano y trata de captar imágenes únicas.
En España hay lugares privilegiados, parques o reservas naturales con enorme riqueza ornitológica, como Doñana, el Delta del Ebro, Monfragüe y muchos otros.
5. ¿Te animas a dormir bajo las estrellas?
Esto, como es lógico, depende de la época del año y de las circunstancias climatológicas. Pero, si tienes la ocasión, hazlo.
Es una sensación muy especial ir a un lugar sin contaminación lumínica y quedarse a pasar la noche. Si te atreves, duerme al raso. Una hamaca y un buen saco de dormir es todo lo que necesitas si la noche es templada.
Si no te animas, una opción más sofisticada (y bastante más cara) es hospedarte en un lugar que tenga techos acristalados. Cada vez hay más oferta de este tipo de alojamientos, pensados para disfrutar las noches pero protegidos en una habitación.
Enseguida notarás que el cambio de escenario favorece la desconexión, ejerce un efecto calmante sobre la mente y te ayuda a bajar revoluciones muy rápido.
De entrada, si has tenido suerte con la noche elegida y está despejado, será un espectáculo impagable.
Solo la contemplación de la Vía Láctea es pura magia. Y, si conoces algunas constelaciones, puedes jugar a identificarlas antes de que el sueño te venza.
Otro factor importante es que los ruidos cotidianos son sustituidos por sonidos nocturnos, mucho más relajantes.
Y, por último, al dormir bajo el cielo te unes a los ritmos naturales, regidos por la luz. Despertarte al amanecer y contemplar la salida del sol, es una experiencia que se te quedará grabada.
¿Crees que alguna de estas ideas te puede servir? Ojalá sí. Gestionar el estrés diario y tener bajo control los niveles de ansiedad, mejorará la relación contigo mismo y te prepara para que emprendas la aventura de desarrollar tu potencial interior.