Crecimiento personal: aprende a ser la mejor versión de ti mismo
¿Qué ves cuando te paras frente a un espejo? El reflejo que te devuelve de ti mismo ¿es con el que soñabas desde pequeño? No te quedes en el físico, claro, indaga más dentro de ti, de tu conciencia. ¿Te has convertido en la persona quieres ser? El crecimiento personal trata, precisamente, de esto mismo, de llegar a ser quien quieres ser.
Una posible definición para explicar qué es el crecimiento personal podría ser la siguiente: trabajar para ser la mejor versión de ti mismo y no dejar de intentar mejorar día a día. Esto requiere un trabajo, prácticamente, de por vida. El ser humano no deja de crecer, de desarrollarse de forma íntegra y de impulsar tus habilidades potenciales.
En ocasiones, las circunstancias de la vida pueden hacerte perder el rumbo de tus sueños, y parece que algo no para de ponerte piedras en el camino que te impiden desarrollarte. Te encuentras en una situación en la que no sabes cuál es tu propia identidad y, a veces, ese “algo” que te frena puedes incluso llegar a ser tú mismo.
¿Qué significa el crecimiento personal?
Las personas estamos en constante crecimiento. Nuestra vida es como una espiral que va aumentando su tamaño intentando constantemente mejorar lo anterior. Aprendemos de nuestros errores, superamos nuestros límites y desarrollamos nuestra capacidad para gestionar las emociones y las relaciones.
El crecimiento personal implica valentía y autoconocimiento, es un proceso en el que exploras aquellos aspectos de tu vida que son, quizás, más dolorosos, para darles una nueva perspectiva y evitar que nos bloqueen en nuestro camino.
Es un proceso que busca descubrir tu propia identidad y ser la mejor versión de ti mismo en todo momento. Se trata de ir subiendo escalones en la dirección que hemos elegido, para convertirnos en la persona que deseamos.
Es posible que en ocasiones sintamos que no estamos avanzando en la vida, que hemos puesto, por decirlo de alguna forma, el piloto automático y funcionamos por inercia. En esas ocasiones nos sentimos bloqueados, atados a un muro invisible que esconde detrás miedo, inseguridad, falta de autoestima o un freno emocional.
Como hemos dicho, a veces estos bloqueos pueden surgir por las circunstancias de la vida, como por ejemplo no encontrar trabajo o las obligaciones del día a día, pero en otras ocasiones podemos ser nosotros mismos quienes nos frenamos.
Parece una paradoja. Queremos seguir desarrollándonos, pero, sin embargo, nos frenamos. ¿Por qué? Porque no queremos escuchar esa voz interior que nos pide un cambio, porque pensamos de forma racional más que emocionalmente. Por ejemplo, puedes querer cambiar de ciudad, pero si lo haces traería consecuencias con tu pareja, con tu familia o con tu trabajo.
Cuando pensamos de forma estrictamente racional bloqueamos las emociones y eso nos lleva a estancarnos en una persona con la que no nos identificamos del todo cuando nos miramos en ese espejo. Cuando aprendemos a gestionar esas emociones de miedo, cargo de conciencia o incertidumbre podamos seguir subiendo escalones hacia los objetivos de nuestra vida.
La definición de crecimiento personal es un concepto que puede parecer ideal a la vez que inalcanzable. Pero no lo es. El cambio empieza en ti, y por lo tanto, de ti depende que puedas o no desarrollar esa capacidad para encontrar un término medio entre lo racional y lo emocional, para llegar a convertirte en quien quieres ser.
Características del crecimiento personal
Para terminar de entender qué significa el crecimiento personal, vamos a ver algunas de las características que definen este concepto. Es importante conocerlos para descubrir si estamos en ese proceso o quizás nos hemos desviado de ese camino.
- Lo primero de todo, tenemos que tener en cuenta que es un proceso. Esto significa que no vamos a cambiar de un día para otro, ni que una vez que lo consigamos ya no tendremos que pensar si estamos cumpliendo esas metas. Se trata de un aprendizaje constante de ti mismo y de intentar cada día ser mejor. Implica, por lo tanto, constancia y conciencia.
- Es evolutivo, permite a las personas pasar por diferentes niveles de madurez y desarrollo, e implica diferentes aspectos de la vida como la autoestima, la inteligencia emocional o la relación con el resto de personas.
- Al mismo tiempo que el crecimiento personal implica diferentes aspectos de la vida, el desarrollo se produce de forma integral. Cuando aprendes a mejorar tus habilidades comunicativas, por ejemplo, no solo experimentas una mejora de las relaciones interpersonales, sino también de autoconocimiento, por ejemplo.
Como ya hemos comentado, además, una de las principales características del crecimiento personal es que es continuo. Por mucho que uno no quiera, o piense que no está en ese proceso, es inevitable. Cuando te equivocas, cuando crees que no vas a conseguirlo, cuando te sientes completamente feliz con quien eres, siempre estás aprendiendo de tu experiencia y nutriéndote con ella.
Crecimiento personal: consejos
Aunque es un proceso que se produce de forma involuntaria no quiere decir que, en ocasiones, nos sintamos bloqueados y sin rumbo. La falta de gestión de nuestras emociones, la relación con el resto de personas o la incertidumbre, por ejemplo, pueden frenarnos a la hora de seguir desarrollando nuestro crecimiento personal.
Para que esto no ocurra, puedes seguir algunos de los consejos que te planteamos a continuación.
- Practica el autoconocimiento, el reto de conocerte a ti mismo. Para ello, es necesario que dediques un tiempo para ti para descubrirte de forma sincera, que escribas un diario o medites, por ejemplo.
- Sal de tu zona de confort, de ese estado mental de bienestar y seguridad en la que te refugias cuando te invade la incertidumbre del exterior, y que provoca que no puedas enfrentarte a retos vitales. Salir de la zona de confort ayuda a impulsar tus potenciales habilidades y seguir desarrollando tu capacidad de crecimiento personal.
- Mantén una mente abierta para los cambios, trabaja tu capacidad de adaptación y la gestión de la incertidumbre que estos producen. Vive cada cambio como una oportunidad para seguir descubriendo tu camino y llegar a convertirte en quien buscas ser.
- Toma acción. No esperes a que se produzcan esas situaciones que te llevarán al crecimiento personal, coge las riendas de tu vida y dirígete hacia donde tú quieres llegar. Solo es imposible lo que no intentas.
Hacer que el espejo te devuelva el reflejo de la persona que quieres ser está en tu mano. Desde que tenemos conciencia del mundo estamos desarrollando nuestros objetivos en la vida. Por supuesto, estos van cambiando a medida que nosotros también cambiamos.
Este es el juego de la vida. El crecimiento personal nos lleva a evolucionar, y la evolución nos hace, o no, modificar nuestros sueños y las características de la persona que queremos ser.
Trabaja diariamente por ser siempre la mejor versión de ti mismo, sigue subiendo escalones en la dirección que deseas y, cuando sientas que no puedes avanzar haz una autoexploración de tus sentimientos y plantéate un cambio. Nunca será empezar de cero. Cuando des un paso atrás, recuerda que lo estás haciendo para coger impulso y llegar más lejos.
Descubre de primera mano qué significa el crecimiento personal y conviértete en la persona que quieres ser.