Descubre cómo manejar la frustración y aprender de los errores
A todas las personas nos ha ocurrido alguna vez. Conocemos nuestro objetivo, lo visualizamos, trabajamos para conseguirlo y cuando parece que lo tenemos a nuestro alcance… algo falla, nos equivocamos, y no lo logramos cumplir. En ese momento nos invade un sentimiento de impotencia, de ganas de tirar la toalla; nos invade el sentimiento de frustración.
Cuando esto ocurre, nos afecta en todos los aspectos de nuestro día a día; física y emocionalmente. Nos lleva a perder las ganas de intentarlo de nuevo, la esperanza e incluso puede provocar que no queramos hacer ninguna otra actividad, independientemente de si está o no relacionado con aquello que no hemos conseguido.
¿Qué es la frustración?
La frustración es un sentimiento que se produce cuando alguien no consigue cumplir un deseo que se había planteado. Nos referimos a tolerancia a la frustración cuando esa persona es capaz de aceptar que no siempre va a obtener lo que desea, y esto no le hace sentir mal.
Para lograr tener tolerancia a la frustración debes tener en cuenta que hay muchos aspectos que influyen en nuestra capacidad para gestionar este sentimiento. El control de la frustración se debe trabajar desde la infancia y seguir haciéndolo en la vida adulta, con los retos personales y profesionales.
Cuando a un niño se le conceden todas sus peticiones, sin dejarle sentir una pequeña derrota o hacerles ver que no cualquier cosa es posible, no se les está enseñando cómo enfrentar la frustración y, probablemente, tendrán más problemas para gestionarla en la vida adulta.
El primer paso a la hora de poner fin al sentimiento de impotencia y frustración cuando un proyecto no nos sale como queríamos es reconocer que estamos frustrados. Nos lo guardamos y esto puede llevar a que crezca más y más.
Parece una paradoja, pero el ser humano tiende a sentir que contar los fracasos los convierte en peores, y no es así. Todo lo contrario, explicar el fracaso sirve para ponerle palabras a nuestra realidad y ver que no es objetiva, puede servir para relativizar y mirar los problemas desde otro punto de vista.
Consejos para conocer cómo gestionar la frustración
Vamos a hablar sobre algunos consejos que pueden ayudarte a saber cómo gestionar la frustración, cómo quitarte el peso del derrotismo y sacar partido a tus errores aprendiendo de ellos.
- Cuidado con las expectativas. Está muy bien, y es necesario, ponerse metas, crear expectativas y luchar por conseguirlas, pero es necesario ser consciente de la realidad. Si nuestros objetivos son inalcanzables, nos frustraremos al ver que, por más que nos esforcemos, no llegamos a cumplirlos.
- Practica tu capacidad de adaptación. Es muy positivo tener el camino claro, conocer los detalles y las herramientas que te van a llevar a conseguir tus metas, pero valora que puede haber imprevistos. Es necesario tener una actitud positiva, dispuesta y abierta a los cambios para sacar el mayor partido a las circunstancias que se presentan por sorpresa.
- Asume que no puedes controlar todo lo que ocurre, por lo que no intentes hacerlo. Una gran parte de los acontecimientos a los que nos enfrentamos no dependen de nosotros ni de nuestras decisiones. Deja que las circunstancias sigan su curso y céntrate en aquello que depende de ti, tu rendimiento será mucho mayor.
- Cuando sientas que las cosas no funcionan como esperabas y que esto puede conducirte a sentir frustración repite para ti mismo: “es normal, no hay nada de malo en fracasar”. Relativiza ese fracaso y busca un aprendizaje, seguro que sabes encontrarlo.
Como ves, la principal clave para aprender a tolerar la frustración es gozar de una buena gestión emocional. Aunque puede parecer difícil alcanzar un estado alto de tolerancia de las frustraciones, el trabajo emocional te conducirá a descubrir que no lo es.
Técnicas para superar la frustración
Como has leído, el secreto para lograr tolerancia a las frustraciones es la gestión emocional. Sin embargo, existen algunas otras técnicas más concretas y enfocadas a ayudarte a sentirte mejor ante lo que puedes considerar un fracaso.
- ¿Has escuchado alguna vez eso de “consejos vendo que para mí no tengo”? Pues es hora de cambiarlo. Esta técnica consiste en mirar lo que tú consideras una derrota desde la distancia, como si fuera un amigo quien ha vivido esa situación, y pensar en qué consejos le darías. Es un buen amigo, así que tienes que esforzarte en decirle aquello que le va a hacer sentir mejor. Serán entonces consejos que te estés regalando a ti mismo.
- Técnica del teléfono. Es una técnica para aprender de los errores, y consiste en 4 pasos clave: analizar la situación, identificar dónde hemos fallado, identificar también qué hemos hecho de forma correcta y, por último, plantear una alternativa al error. De esta forma, has aprendido cuál es el camino erróneo para llegar a tu meta, cuál no elegir cuando vuelvas a intentarlo.
- Técnica de las 5 alternativas. Como su propio nombre indica, se trata de buscar cinco alternativas para lograr tu meta y alejarte de la que estabas llevando a cabo y que no te ha llevado a conseguirla. Analiza esas opciones con sus ventajas y desventajas.
- Técnica del zig-zag, que nos ayuda a evitar pensamientos absolutos como que sale bien o mal, sin valorar todo el abanico de opciones que hay en medio de los extremos. Esta técnica consiste en dividir el objetivo en pequeñas metas que se van cumpliendo día a día. A veces, es necesario retroceder o cambiar el rumbo de nuestro camino, pero esto no se convierte en un impedimento para poder llegar al objetivo final.
Además de estas opciones para la gestión de la frustración, las técnicas de autocontrol emocional, que también sirven para gestionar otro tipo de emociones como la ira o la incertidumbre, pueden ser útiles porque te ayudan a conectar contigo mismo y tener un diálogo interno. En este caso, se trata de practicar meditación o alejarse de la situación que nos genera frustración hasta sentirnos más serenos.
¿Qué hacer cuando te sientes frustrado?
Ya sabemos que es una situación difícil, que lidiar con la frustración no es nada fácil y que, en ocasiones, puedes dejarte llevar por tus sentimientos y tirar la toalla. Por eso, tan importante como conocer cómo prevenir la frustración y algunas técnicas para gestionarla, es importante conocer qué hacer cuando no conseguimos controlarla.
Para ello, tenemos que tener en cuenta que el cambio está en nosotros.
- Autoconfianza. Es una de las cosas más importantes cuando te encuentras en una situación difícil de gestionar. Reconoce tus habilidades y procura siempre mejorarlas y trabajarlas.
- Automotivación. Cuando todo falla y nuestra mente dice “basta” tenemos que recordarle que puede salir adelante, que solo necesita un esfuerzo más, que está a su alcance y que poco a poco va a llegar.
- Autocontrol. En esos momentos eres plenamente consciente de tus sentimientos y estos, a veces, pueden pasarte una mala jugada. Por eso es necesario tener un gran autocontrol y no actuar desde las agallas sino con la mente.
Aprender a tolerar la frustración te va a traer beneficios en tu rendimiento personal y laboral, pero también en tu bienestar emocional. Aprende a observar tus errores y no los repetirás, así podrás llegar a tus metas.