Descubre las técnicas de autocontrol emocional para afrontar las dificultades con serenidad
Las emociones están presentes cada momento de nuestro día a día y, en ocasiones, es posible que nos desborden y reaccionamos de formas poco correctas. El autocontrol emocional es una habilidad que nos permite mantener nuestra respuesta a las emociones dentro de unos límites adaptados a cada situación.
Por ejemplo, cuando sientes que un comentario te ataca personalmente, la ironía que notas que se repite o la broma que te hace alguien cada día, pero a ti no te hace gracia… en esos momentos no eres capaz de controlar tu ira y te ves, de repente, fuera de control.
Lo mismo puede ocurrir con cualquier emoción, que te sientas desbordado por la tristeza y no puedas dejar de llorar o la felicidad te lleve a un estado extremadamente intenso que no eres capaz de controlar tus emociones.
Para que estas situaciones no te ocurran y puedas afrontar los problemas, los cambios o los conflictos interpersonales de forma adecuada puedes practicar las técnicas de autocontrol emocional que tenemos preparadas para ti.
Técnicas de autocontrol emocional, qué son y qué no son
Una de las principales cuestiones a tener en cuenta a la hora de hablar sobre cómo controlar las emociones es que el autocontrol emocional no significa no tener emociones, o ignorarlas, ni tampoco esconderlas. Para conocer cómo manejar tus emociones tienes que tener conciencia sobre ellas, identificarlas y tener conciencia de cómo nos pueden afectar.
Ocultar nuestras emociones puede conducirnos a frustración y, por supuesto, a controlarlas mucho menos porque no sabemos cómo pueden afectar a nuestro carácter ni cómo podemos reaccionar ante ellas.
Para ello, es importante realizar primero un proceso de autoconocimiento emocional. De esta forma logramos detectar cuáles son nuestras fortalezas, debilidades, deseos y necesidades vitales para mejorar el bienestar y el autocontrol emocional.
El autocontrol emocional trata de regular nuestras emociones a través de técnicas de relajación para que podamos expresar nuestras emociones de la forma adecuada a cada situación y notemos que tenemos, en todo momento, el control de nuestros actos.
Las 5 técnicas de autocontrol emocional que te ayudarán a afrontar las situaciones difíciles con serenidad
Las técnicas de autocontrol emocional influyen directamente en tres aspectos de nuestro cuerpo: la reacción fisiológica, la reacción cognitiva y la reacción conductual. Estas se diferencian por la forma en la que nos afectan:
- El autocontrol fisiológico se refiere al control de la respiración y de la relajación de los músculos, por ejemplo.
- El autocontrol cognitivo se refiere al manejo de los pensamientos que pueden ser dañinos para nuestro bienestar emocional y canalizarlos en dirección a una filosofía de vida diferente.
- El autocontrol conductual se refiere a la gestión de las reacciones por medio de las consecuencias que recibe una persona. Si actúas con ira, perderás un amigo, por ejemplo.
Tenemos preparadas cinco técnicas de autocontrol emocional que te ayudarán a relajarte y a asumir las situaciones difíciles de tu día a día con serenidad, y, por lo tanto, con éxito.
- Respiración profunda. Es una técnica tan popular como eficaz. ¿Cuántas veces se les dice a los niños que, cuando se enfadan o lloran, cuenten despacio hasta diez? Se les aplica esta técnica de autocontrol emocional. En tu caso, puedes llevarlo a cabo antes, durante, y después de la situación que te puede provocar desestabilidad emocional. Recuerda estos números: 4-4-8. Son segundos y se refieren a los 4 segundos que tienes que estar inspirando, los 4 que tienes que retener, y los 8 que tienes que dedicar a expulsar ese aire. Para saber si estás llevando a cabo la técnica de forma correcta, comprueba que es tu abdomen el que se mueve y no tu pecho.
- Detención del pensamiento. Se centra en el control de los pensamientos que nos atormentan y pueden provocarnos dificultades. ¿Cómo podemos llevar a cabo esta técnica? Cuando te empieces a encontrar incómodo fíjate en qué pensamientos te están haciendo sentir mal, localízalos y di para ti mismo “¡basta!”. A partir de ese momento, sustituye tus pensamientos negativos por otros positivos como por ejemplo “me va a salir bien”, o “yo puedo con esto”.
- Razonamiento lógico. De la misma forma que has hecho en la técnica de detención del pensamiento, en esta técnica de autocontrol emocional tienes que identificar los pensamientos que te están haciendo sentir mal. Una vez los tengas identificados, se trata de sacar tu lado más racional y analítico, para cuestionar desde una perspectiva lógica tus pensamientos negativos. “¿Por qué pienso que no puedo hacerlo todo si tengo tiempo de sobra?”, por ejemplo, o “si ya lo he hecho una vez, ¿por qué no voy a hacerlo de nuevo?”.
- Distracción. Hay momentos en los que, automáticamente, sentimos que no podemos más y que estamos a punto de explotar, ya sea a llorar o a gritar, por ejemplo. En esos momentos extremos, esta técnica de autocontrol emocional trata de redireccionar nuestros pensamientos a otros asuntos como por ejemplo un libro, una canción o una serie en la televisión.
- Mindfulness. Esta técnica está pensada para hacer que vivamos en el aquí y el ahora. Se trata de frenar la cascada de pensamientos constantes en tu cabeza y centrarte en los que realmente importan en el momento presente. Para ello, haz un mapa mental de todos esos pensamientos y escoge los que importan en este momento. Almacena el resto de pensamientos en “pasado”, que ya no puedes cambiar, o en “futuro” para hacerlo cuando sea el momento preciso.
Como ves, estas técnicas están al alcance de cualquier persona que quiera saber cómo gestionar sus emociones y disfrutar de un mayor bienestar. Además, puedes también considerar otros ejercicios como el yoga, la relajación muscular o la técnica de programación neurolingüística.
Beneficios de controlar las emociones
Además de favorecer un mayor bienestar emocional, las técnicas de autocontrol emocional tienen más beneficios para enfrentar las diferentes situaciones a las que nos tenemos que enfrentar en el día a día. ¿Cuáles son?
- Ayuda a mantener la calma y a aprender a relajarse ante cualquier situación que lo requiera, por ejemplo, para dormir.
- Es muy beneficioso para mejorar la comunicación con el resto de personas porque, al conocer tus emociones, tienes más facilidad para tener empatía y, además, aprendes a comunicar de forma asertiva.
- Ayuda a mejorar tu concentración cuando lo necesitas, al seguir técnicas para evitar la distracción o el estrés.
- Aumenta nuestro autoconocimiento y nuestra autoestima porque descubrimos que nuestros límites no son tan cercanos como pensábamos, nos abre un camino de oportunidades hacia nuestros objetivos.
- Ayuda a tomar mejores decisiones porque sabes gestionar la presión o los pensamientos que pueden empujarte a actuar “en caliente”.
Como ves, la habilidad para el manejo de las emociones es beneficiosa en muchos aspectos de la vida y es un paso importante a la hora de impulsar tu desarrollo personal. Son técnicas que te hacen dueño de tus emociones y te ayudan a coger las riendas de tu vida para dirigirla hacia los objetivos que te planteas.
Puedes cambiar tu forma de reaccionar, puedes cambiar la forma en la que te comunicas y puedes cambiar tu relación con tus emociones. Todos los cambios empiezan en ti. ¡Adelante!