la angustia de vivir

Deshazte de la angustia de vivir y persigue tus objetivos con determinación

A veces nos parece que caminamos sin rumbo, sin motivación, sin deseos de cruzar las metas vitales que nos hemos propuesto. Seguimos adelante con el impulso de nuestros pasos, pero parece que no hay nada que nos mueva. Miramos a nuestro alrededor y no encontramos un estímulo, no vemos claro nuestro futuro y no sabemos hacia donde acudir en nuestro presente. La angustia de vivir recorre nuestro interior como si se tratase de un remolino que arrasa con todo a su paso.

Durante muchos años se ha estudiado por filósofos y psicólogos esta forma de afrontar la vida, la angustia de vivir, que es más común de lo que, a priori, puede parecer. Se trata de un estado emocional provocado por la preocupación excesiva del futuro, por la responsabilidad de las decisiones o por la exigencia de la sociedad.

Su efecto en las personas se refleja como una falta de motivación, un pensamiento negativo sobre la capacidad de cumplir metas vitales o la falta de rumbo. Aunque a veces el posible detonante se coloca en situaciones concretas como una ruptura, una pérdida o un cambio, el principal motivo de la angustia de vivir es el miedo.

La angustia emocional y existencial: qué es

La angustia es una sensación psicológica que nos hace sentir falta de tranquilidad, inquietud intensa que tiene como causa, principalmente, el miedo o la incertidumbre. Es una reacción a una situación de peligro que puede ser real o imaginario y que puede provocar que nos bloqueemos o que dejemos de sentir motivación.

La angustia emocional, en concreto, nos paraliza y dificulta nuestra capacidad de enfrentarnos a las dificultades de la vida. Sentimos que estamos oprimidos y que no sabemos qué rumbo debemos elegir a la hora de tomar decisiones. Esta situación no nos permite ver los aspectos positivos de la vida ni avanzar en nuestro crecimiento personal.

Habitualmente podemos llegar a sentir angustia emocional cuando tenemos que afrontar situaciones para las cuales no nos vemos preparados, cuando creemos que no tenemos la capacidad para ello. Algunos ejemplos del día a día podría ser las tareas de un nuevo trabajo o hacer un examen.

La angustia existencial, por otra parte, es ese estado emocional en el que una persona pierde la motivación por vivir, invadida por el miedo y la incertidumbre. Es la preocupación misma que produce vivir, una desilusión por la existencia, una sombra que lo oscurece todo en la vida de quien la padece.

Estos dos estados se producen, en gran medida, por el miedo. Un miedo ligado a no poder cumplir las metas vitales de cada persona, por la constante necesidad de la búsqueda de lo que popularmente se entiende como felicidad. Es por esto mismo que la angustia de vivir supone un bache en nuestro camino hacia el desarrollo personal.

La angustia de vivir puede llegar a hacernos perder el rumbo y dar nuestros objetivos vitales por imposibles. Puede cegarnos a la hora de buscar nuestras metas vitales y quitarnos la motivación, incluso, de encontrarlas.

Aprender a gestionar y prevenir la angustia de vivir

Como hemos dicho, la angustia de vivir surge del miedo y la incertidumbre a lo que pueda pasar en el futuro. Nos hace perder la noción del presente y vivir con la mente en un futuro que, aunque queramos, no podemos controlar. Por lo tanto, uno de los primeros pasos para aprender a gestionar la angustia es aprender gestionar la incertidumbre y el miedo.

Cuando te invade la angustia de vivir es recomendable que la trabajes cuanto antes para que cambie lo menos posible tu forma de actuar, pensar y ser. Para ello, cuando te encuentres disgustado por algo a lo que no sabes ponerle nombre, cuando sientas un miedo injustificado, cuando te sientas apenado sin razón, empieza a practicar algunas de estas ideas.

  • Toma conciencia del presente en el que vives, de cuáles son tus objetivos vitales y las herramientas que te posibilitan llegar a ellas. Descubre cuáles son tus posibilidades y se realista con el presente que vives.
  • Márcate metas a corto plazo y deja de pensar en lo que vendrá en un futuro que todavía no puedes controlar. Irás haciendo tu camino, pero para ello tienes que ir paso a paso.
  • No seas excesivamente exigente contigo mismo. Quiérete y celebra las pequeñas victorias, por muy insignificantes que te parezcan. Aprende a manejar tu frustración, perdónate los errores y entiende que, a veces, también necesitas un respiro.
  • Trabaja tu autoestima, porque es una de las claves del éxito personal. Ante una crisis personal que puede provocar angustia de vivir, la autoestima es una característica que puede hacernos ver la situación desde otra perspectiva mucho más positiva.
  • Aprende a tomar decisiones para alejarte de la ambigüedad. Así, actuarás con más determinación en dirección a tus objetivos. Recuerda que, si te equivocas, siempre puedes redirigir tus pasos y siempre podrás aprender de todo lo caminado.
  • Dedica tiempo a practicar meditación o ejercicios que te ayuden a relajarte y a autoconocerte mejor, como pueden ser el yoga o el taichi, así como cualquier otro deporte que te haga sentir bien contigo mismo y te permita, a la vez, pensar sobre quién eres y hacia dónde quieres ir.

Aunque muchos autores expertos en el existencialismo apuntan a que la angustia es algo con lo que los seres humanos vamos a vivir siempre, es posible aprender a gestionarla. La sociedad exigente y cambiante en la que vivimos hace que sea una emoción muy extendida entre las personas, por eso tener la voluntad de mejorar y querer adquirir las herramientas para superarla nos puede llevar a un nivel alto de desarrollo personal.

Cómo terminar con la angustia de vivir

No debes esperar a que la angustia se comporte como ese remolino del que hablábamos al principio de este artículo para empezar a tratarla. Sin embargo, sabemos que, a veces, puede ser complicado llegar a la conclusión de que lo que sentimos es angustia y no tristeza por una mala temporada, o estrés emocional, por ejemplo.

Si ha pasado ya un tiempo desde que te sientes angustiado, es el momento de ver que puedes salir de esta situación para recuperar las riendas de tu vida y avanzar en tu desarrollo personal. Es importante que estés convencido de querer salir adelante y que vas a trabajar por ello, aunque sea algunos días y otros, menos.

  • Reconocer que sientes angustia de vivir es el primer paso para empezar a salir de este estado.
  • Haz ejercicios de autoconocimiento para descubrir cuáles son los pensamientos que ensombrecen tu motivación y tu esperanza.
  • Una vez detectados, analiza esos pensamientos para detectar si son realistas. Recuerda que la realidad es subjetiva y que podemos elegir con qué gafas la miramos.
  • Relativizar y buscar pensamientos que contrarrestan con los negativos. Por ejemplo, cuando nos angustia no tener el trabajo que queremos y creemos que nunca llegaremos a conseguirlo podemos buscar casos de éxito que estuvieron en nuestra misma situación o buscar caminos que, sin llegar a ser nuestro objetivo, nos acerquen a él, por ejemplo.
  • Practica técnicas de respiración para el control de la angustia, así como deporte con frecuencia.

Por último, para terminar con la angustia de vivir tienes que hablar con las personas que te rodean, explicarles cómo te sientes y decirles que quieres cambiar esta situación. Así, cuando tengas días en los que te sientes más débil ellos pueden recordarte cuáles son tus objetivos y animarte a seguir buscándolos.

La angustia de vivir se puede superar y tú puedes hacerlo. El cambio está en ti.