Falta de autoestima: ¡se puede superar!
La falta de autoestima es un estado en el que los seres humanos se convierten en marionetas de las opiniones ajenas y los factores externos que no están en sus manos. La forma de valorarse, de conocerse y de mirar las dificultades varía a medida que varían también estos aportes de su entorno.
La autoestima es un factor fundamental de nuestro desarrollo personal y del bienestar emocional, por lo que mantenerla alta contribuye a enfrentar mejor las situaciones difíciles, a ver oportunidad en los errores y una forma positiva de entender el entorno.
Esta característica, sin embargo, puede variar a lo largo de la vida de un ser humano, y no se dibuja como una línea constante que se mantiene, hay que trabajarla y reforzarla para lograr dejar de lado la falta de autoestima y tenerla siempre alta.
En este artículo vamos a ver que es posible deshacerse de la falta de autoestima y cómo se puede reforzar día a día con algunos ejercicios. Lo más importante es mantener una constancia y trabajar siempre por lograr un cambio positivo.
¿Cuáles son las causas de la falta de autoestima?
La principal causa de la falta de autoestima es la forma en la que vivimos las diferentes situaciones que se nos plantean en la vida, cómo nos influyen de forma emocional y personal. Los seres humanos vamos construyendo nuestro nivel de autoestima de forma paulatina y, en ocasiones, podemos construir una autoestima baja.
Vamos a ver algunas de las causas que conducen a que podamos construir una autoestima baja:
- Las personas de nuestro entorno.
En la niñez: Cuando todavía somos niños todos bebemos de las experiencias y forma de ver la vida de las personas de nuestro alrededor y estas nos pueden influir de forma positiva, pero también negativa. En estos casos, las personas que tienden a tener falta de autoestima han sufrido situaciones difíciles como discriminación, no sentirse comprendido por ser diferente, una situación de precariedad en el hogar o sentir que no cumple las expectativas parentales, por ejemplo.
En la edad adulta también influyen en nuestra autoestima las personas que elegimos para formar nuestro núcleo, que no sean personas tóxicas que minen nuestra autoestima con comentarios y actitudes dañinas.
- Las situaciones del entorno y las condiciones de vida: Las situaciones difíciles en las que cada persona tiene que enfrentarse a la vida pueden hacer mella en la falta de autoestima. Situaciones, por ejemplo, que se alargan en el tiempo como el desempleo o sentir que no puede ser uno mismo por la presión social.
Cuando hablamos de falta de autoestima no podemos olvidar que esta va ligada a la falta de autoconocimiento. Conocer cuáles son tus objetivos personales y sus fortalezas porque tienden a centrarse únicamente en los aspectos que interpretan como negativos.
Estas son las causas más habituales por las que muchas personas empiezan a construir una baja autoestima a lo largo de su vida y sus vivencias. En muchas ocasiones, además, es posible que ni siquiera sean conscientes de estar creando este estado. Es por esto que es fundamental empezar a detectar la falta de autoestima conociendo cómo esta puede afectar.
Cómo se puede detectar la falta de autoestima: los “síntomas”
Las personas que están construyendo una autoestima baja empieza a mostrar algunas señales que son muy importantes de identificar para poder poner una solución lo antes posible. Vamos a ver cuáles son algunas de las características más comunes:
- El discurso interior negativo. No hablamos de la relación con otras personas, sino de la relación intrapersonal que mantenemos con nuestra mente y nuestro cuerpo, cómo nos hablamos a nosotros mismos. Cuando todo lo que nos decimos conlleva un tono negativo nos estamos desmotivando y eso dificulta mucho el trabajo de la construcción de la autoestima.
- Miedo al qué dirán. Es uno de los signos clave de la falta de autoestima. Cuando nos centramos más en el qué dirán, por encima del cómo creemos nosotros que está bien, por ejemplo, estamos ante un claro ejemplo de autoestima baja. Esto va ligado también a otras características de esta lista.
- La falta de participación, por ejemplo, va ligado al “miedo al qué dirán”. Cuando una persona considera que no tiene nada que aportar porque sus ideas no son buenas, porque piensa que el resto del grupo no las tendrá en cuenta o se reirán de estas, prefiere guardárselas para ellos mismos.
- La falta de aceptación de las críticas. Cuando una persona cuenta con una autoestima alta tiene la capacidad de ver las críticas como algo constructivo – siempre que la intención de estas sea, también, constructivas, claro – y no como un ataque personal. Las personas con falta de autoestima entienden las críticas como flechas envenenadas con la única intención de dañar.
- Dependencia de otras personas. Con la suma de todas las características que hemos planteado en esta lista, una de las consecuencias es que terminan por depender de otras personas para tomar decisiones o participar en conversaciones. Buscan modelos a los que seguir, que reflejan la forma de ser que les gustaría tener, y dependen de ellos para decidir qué hacer o decir, por ejemplo.
- El sentimiento de nerviosismo y ansiedad. Las personas con falta de autoestima actúan, habitualmente, con nerviosismo y ansiedad en algunos momentos, mientras que en otros reflejan la falta de motivación a la que conduce este estado.
- El miedo a lo nuevo. Para terminar con las características que cumplen las personas con falta de autoestima es fundamental hablar del miedo a lo nuevo. Son personas que no salen de su zona de confort, que no se arriesgan y que temen que algo cambie porque esto porque entienden que eso podría desestabilizarles. No tienen la confianza en ellos mismos para afrontar las situaciones de incertidumbre con éxito.
4 ejercicios para conocer cómo superar las situaciones de falta de autoestima
Como hemos dicho a lo largo de este artículo, la falta de autoestima se puede superar, y te vamos a dar algunos consejos para ello. También puedes hacer estos ejercicios para reforzar tu autoestima alta.
- Cambia las palabras con las que te diriges a ti mismo. Deja de decirte “no puedo” y cámbialo por frases como “voy a intentarlo”, “seguro que podré” o “seguro que no es tan difícil”.
- Evita compararte con el resto de personas. Cada persona es un mundo y todas aportan algo en la vida. Deja de fijarte en los demás y empieza a darte cuenta en las cosas buenas que también tú haces.
- Haz ejercicios de autoconocimiento. Ligado al punto anterior y a la idea que ya hemos tratado en este artículo, la falta de autoconocimiento puede conducir a la falta de autoestima.
- Acéptate y perdónate. Acepta que eres como eres y que no tienes que cambiar para ser mejor. Dales importancia a los aspectos positivos de tu forma de ser y perdónate cuando cometes errores, porque errar es humano.
Puedes trabajar tu autoestima día a día, paso a paso y sin prisa, primero con personas con las que te sientes más a gusto y después ir practicando en otros núcleos en los que tienes menos confianza. Lo importante es que te mantengas constante y quieras lograr ese cambio a favor de tu bienestar.