¿Qué es la inteligencia emocional?
Las emociones son innatas al ser humano y no se pueden deshacer de ellas. Sin embargo, durante muchos años, a la hora de medir las probabilidades de éxito de una persona se ha prestado más atención al coeficiente intelectual, el físico o la experiencia, por ejemplo.
Sin embargo, hace unos años que se está explorando la capacidad de comprender las emociones de los demás y gestionar las propias como una de las claves del éxito. Más allá de la racionalidad y la lógica, se ha empezado a observar en los últimos años la necesidad de actuar con inteligencia emocional.
Pero, ¿qué es la inteligencia emocional? Es un conjunto de habilidades que destaca por la gestión de las emociones propias, la empatía por las del resto, así como por el autocontrol o el entusiasmo. Fue un concepto que popularizó el psicólogo Daniel Goleman en la década de los 90.
¿Qué es y cómo influye en nuestra vida?
La definición de inteligencia emocional podría también contar con la habilidad para manejar los sentimientos, ya sean los propios como del resto de personas. De esta forma, las personas con alto grado de inteligencia emocional son capaces de identificar diferentes estados emocionales, gestionar el estrés, conectar con las personas y saber leer el lenguaje corporal.
Por supuesto, una vez descubierto qué es la inteligencia emocional, entiendes que no se trata de una herramienta estrictamente ligada al ámbito laboral, sino que va mucho más allá y se aplica a, prácticamente, todos los aspectos de la vida.
Y es que, ¿qué día no sientes angustia, felicidad, miedo, entusiasmo…? ¿Qué día y en qué momento no sientes ninguna emoción? En una rutina normal, casi nunca. Por eso, desarrollar la inteligencia emocional influye en todos los aspectos de nuestra vida:
- En nuestro desarrollo personal. Te ayuda a identificar tus objetivos vitales, encontrar las herramientas necesarias para cumplirlos y tener la voluntad necesaria para llevar a cabo cambios en tu vida que te guíen hacia tus metas.
- En la relación con el resto de personas, en tu forma de comunicarte. Es una herramienta para la empatía y la comprensión de las personas que te rodean. Aprendes a entender la comunicación de la otra persona más allá de sus palabras y conocer cómo actuar en relación a esos sentimientos que te está mostrando. Además, desarrollas la capacidad para conectar con las personas y transmitirles confianza.
- Adquieres mayor conciencia emocional, y eres más consciente de tus propias emociones para disfrutar de un mayor bienestar y conexión contigo mismo. Aprendes además a detectar esas emociones y actuar en concordancia a ellas, practicando el autocontrol.
Componentes de la inteligencia emocional
Para seguir definiendo qué es la inteligencia emocional vamos a ver cuáles son sus componentes. A pesar de tener más de un componente, no significa que todos se desarrollen de la misma forma ni al mismo tiempo. Una persona puede tener más habilidad social que automotivación, por ejemplo.
A continuación, puedes descubrir los 5 componentes de definen la inteligencia emocional, según el creador de la teoría de la inteligencia emocional:
- El autoconocimiento emocional, la autoconciencia o el conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones. Conocemos cuáles son las emociones que sentimos y, además, cómo influyen en nuestro comportamiento. Nos ayuda a descubrir cuáles son nuestras capacidades y nuestros puntos débiles. Con el autoconocimiento emocional somos capaces de saber cuándo es mejor no tomar una decisión, por ejemplo, con ira, y cómo canalizar ese sentimiento.
- El autocontrol emocional o la capacidad de reflexionar y dominar las emociones y los sentimientos para no dejarnos llevar por estos. De esta forma sabemos cómo actuar cuando sentimos ciertos sentimientos y no actuamos de forma impulsiva.
- La automotivación o la forma en la que dirigimos nuestras emociones para enfocarnos en las metas y no en los obstáculos. Es una característica muy común entre los seres humanos que, al tropezar, nos centramos más en detectar la razón del tropiezo que lo cerca que está nuestra meta. La automotivación es la capacidad de aprender de esas caídas y vivirlas siempre con entusiasmo, optimismo e iniciativa. La motivación nos ayuda a ser proactivos y actuar con positivismo ante los imprevistos.
- La empatía o el reconocimiento de las emociones en los demás. Adquirimos la capacidad de leer a las personas más allá de sus palabras, sabemos cómo ponernos en su lugar y cómo actuar para hacer que se sientan mejor. No es lo mismo que la simpatía, que nos hace comprender el sentimiento ajeno, sino que nos ayuda a sentir lo que siente el resto de personas, con los matices personales. Nos ayuda a establecer vínculos estrechos y duraderos.
- Las relaciones interpersonales, la habilidad social o la forma en la que nos relacionamos con el resto de personas. No se trata únicamente de poder mantener relaciones con personas que son amables, sino también con aquellas con las que no conectas.
Características de las personas con alto grado de inteligencia emocional
Conocer qué es la inteligencia emocional y cuáles son sus características no te hace, automáticamente, ser una persona con un alto grado de ella. Es un proceso que hay que trabajar con resiliencia.
¿Cuáles son las características que definen la inteligencia emocional en una persona?
- Personas que prestan atención a sus sentimientos. ¿Te paras durante el día a pensar qué estás sintiendo y por qué? No se limitan a sentirlas, sino también a analizarlas.
- No reprimen sus sentimientos. No tienen reparo en mostrar sus sentimientos tal cual son, sin esconderlos. Son personas auténticas y sinceras.
- Tienden a ver siempre el lado bueno de todas las cosas, aunque son conscientes de que también hay un lado malo. Sin embargo, se centran en lo positivo para poder seguir avanzando hacia un objetivo.
- Son realistas a la hora de elegir su camino, hacia donde se dirigen y cuáles son sus objetivos. Ser demasiado soñador puede llevar a la frustración, por eso es bueno mantener siempre los pies sobre la tierra y ser realista, eso sí, sin dejar de lado las metas y los deseos vitales.
- No se toman las críticas o los conflictos a lo personal. Analizan lo que pueden cambiar y no pierden el tiempo en aquello que se les escapa de las manos. Son constructivos.
- Son personas sociables a las que les gusta conocer a gente nueva, pero a pesar de ello se rodean en su círculo más cercano de las personas en las que confían y con las que sienten una conexión.
Algunos ejemplos de comportamientos asociados a una persona con gran alto de inteligencia emocional son, por ejemplo, valorar los triunfos ajenos sin caer en la comparación o entender que cada persona vive y siente de una forma personal, por lo que no juzgan los comportamientos o reacciones ajenas.
Ahora que ya conoces qué es la inteligencia emocional puedes empezar a fijarte en tus emociones para entender también las del resto. Es un ejercicio que te llevará a sentir bienestar y con el que verás en ti un crecimiento personal.
Toma conciencia de tus emociones y cambia tu forma de relacionarte; descubre qué es la inteligencia emocional y mejora tu bienestar.