técnicas asertivas

Técnicas asertivas para mejorar tu comunicación

La comunicación asertiva se basa en la escucha activa del resto de personas, la capacidad para expresar las ideas y los deseos propios, y la facultad para mostrar empatía y respeto hacia el interlocutor. Se conoce, pues, como una forma de comunicación que se coloca entre la agresividad y pasividad.

Una vez conoces qué es la asertividad es muy probable que quieras aplicarla a tu día a día, y con razón. Es una de las claves para lograr un mejor desarrollo personal, es la llave para unas relaciones sociales beneficiosas y es de gran ayuda para lograr completar tus objetivos profesionales y personales.

Para mejorar este tipo de existen una serie de técnicas asertivas que puedes llevar a cabo, pero, como siempre, lo más importante es que inviertas tiempo y esfuerzos en mejorar cada día para lograr mayores resultados.

Cómo mejorar tu comunicación: técnicas asertivas

Cuando eres una persona asertiva, que lleva a cabo una comunicación asertiva, logras estar más segura de ti misma, consigues decir cómo te sientes o qué opinas con firmeza y empatía. Las técnicas asertivas te ayudarán a saber cómo gestionar los conflictos en las relaciones interpersonales, a estar menos estresado y saber negociar para que el resultado sea beneficioso para todas las partes, por ejemplo.

Estas son algunas de las técnicas asertivas que debes conocer para empezar a mejorar tu comunicación y hacer que esta sea efectiva en todos los aspectos de tu vida.

  1. Ensayar tu comportamiento. Puede parecer algo obvio, pero en muchas ocasiones las personas no son conscientes de que el comportamiento también se puede entrenar. Es tan sencillo como pensar cómo quieres comportante y empezar a ensayar ese comportamiento. Por ejemplo, quieres poder decir a una persona lo que sientes respecto a una actitud que ha tenido contigo. Puedes ensayarlo frente al espejo, entrenar los gestos y las palabras que vas a utilizar para lograr que entienda mejor tu mensaje.  
  2. Técnica asertiva del disco rayado. Se trata de repetir tantas veces como haga falta una frase hasta que tu interlocutor comprenda que no va a convencerte de hacer o decir algo. Es importante mantener el tono igual, no alterar la voz, ni utilizar palabras desagradables. El objetivo es hacerle comprender a la otra persona que sabes lo que quieres, lo has meditado y no vas a cambiar de opinión. Te dejamos un ejemplo de cómo sería una conversación aplicando esta técnica asertiva:
    • Interlocutor: “No me estás escuchando”
    • Tú: “Te estoy escuchando, pero a la vez estoy [haciendo, mirando, comprobando algo] que también es importante”.
    • Interlocutor: “No, no me estás haciendo caso”.
    • Tú: “Claro que te estoy haciendo caso, pero te repito que a la vez estoy [haciendo, mirando, comprobando algo] que también es importante.
  3. Técnica asertiva del banco de niebla. Es una técnica que te ayuda a aprender a recibir críticas, sin necesidad de reaccionar a la defensiva y sin dar pie a un posible conflicto, pero manteniendo un punto de integridad. Para ello, es importante que aprendas a aceptar las críticas sin tomártelas como un ataque personal. Este es un ejemplo de esta técnica asertiva: recibes una crítica por parte de un compañero, un amigo, un familiar o tu pareja sobre algo y le das la razón para hacerle ver que eres consciente con frases como “es verdad que a veces…”, “no puedo negar que…”, “estoy de acuerdo con eso que dices…”.
  4. Técnica asertiva para el acuerdo. En este caso se lleva a cabo cuando hay una confrontación entre dos partes. Se cede algo (tiempo, una opinión, por ejemplo) para pasar de una postura extrema a una intermedia y hacer viable el acuerdo. Se muestra además un compromiso con la otra persona. Por ejemplo: “Entiendo lo que me dices. Necesito unos minutos más y dejaré lo que estoy haciendo para hablar tranquilamente; serán solo unos minutos.”.  
  5. Técnica asertiva de la investigación negativa. En este caso, este ejercicio sirve para incitar a nuestro interlocutor a que exprese sus sentimientos de forma honesta. De nuevo, para llevar a cabo esta técnica asertiva tienes que saber convivir con las críticas. Por ejemplo: “¿Crees que no te estoy haciendo caso?”, “¿piensas que no me interesa?”.

Como ves son técnicas que tienen como objetivo lograr una comunicación fluida, evitar conflictos o solucionarlos cuando ya se han creado. Son técnicas asertivas que se pueden aplicar en todos los ámbitos de la vida de una persona, desde la personal hasta la laboral.

Por supuesto, requieren de entrenamiento para ir perfeccionándolas. Un momento adecuado para empezar a ponerlas en práctica es cuando sientas que tienes un buen nivel de autoestima; que estás dispuesta a escuchar críticas y a asumir que cometes errores, pero también en los momentos en los que disfrutas de un gran autoconocimiento y eres firme en tus opiniones y decisiones.

Algunos hábitos y técnicas para mejorar la comunicación asertiva

Además de estas técnicas asertivas que están enfocadas en situaciones particulares, puedes cambiar algunos hábitos de tu forma de comunicar que te pueden ayudar a mejorar la comunicación y lograr que sea más eficaz, beneficiosa y fructífera.

  1. Utiliza palabras o gestos que hagan ver a tu interlocutor que te interesa lo que está explicando o expresando. Se denominan respuestas mínimas y son muy útiles para llevar a cabo una comunicación asertiva. Algunos ejemplos podrían ser: “Ahá, entiendo”, “Sí, claro”, “Mmmm, sí”.
  2. Confirmar los sentimientos que está intentando expresar tu interlocutor. A veces, las personas no somos capaces de expresar lo que sentimos con las palabras adecuadas, y lo hacemos con quejas o escondiéndolas en excusas. Nuestro objetivo, como personas asertivas, es lograr que la otra persona se sienta comprendida. Un ejemplo podría ser cuando una persona te dice: “Nunca me hace caso”, a lo que tú puedes responder: “¿Te sientes ignorado?”.
  3. Una técnica asertiva básica es aprender a utilizar estas dos palabras de forma correcta: el “no” y el “yo”. Aprende a decir que no a aquellos planes, trabajos u opiniones con las que no te sientes a gusto y que no quieres aceptar. Por otro lado, aprende expresar tus necesidades, tus opiniones: “No lo voy a hacer porque estoy muy cansado hoy”.  

Aplica estas técnicas asertivas poco a poco, con personas de confianza y donde corras el riesgo de perder los nervios, no saber cómo actuar o cuando te falta autoestima. Por ejemplo, puedes empezar por cosas muy básica como esta: vas a comer a un lugar y se equivocan con tu plato. En vez de guardarte el error para ti y comer el plato que te han traído, expresa desde el máximo respeto que tú habías pedido otro plato y que alguien se ha debido equivocar.

Cuando empieces a controlar las comunicación asertiva en situaciones más cotidianas o con personas de confianza, hazlo también en otras situaciones. Lograrás comunicarte de forma eficaz y evitar frustrarte en aquellas situaciones que no te sientes preparado para expresarte. Además, lograrás conectar con otras personas y crear vínculos más fuertes.

Las técnicas asertivas, así como estos hábitos que hemos recogido en este artículo son el billete de ida hacia una comunicación eficaz que te guiará en dirección a tus objetivos vitales.